Lo queramos o no la tradición festiva de la península ibérica va unida irremediablemente
a la aparición del toro en diversas y variadas manifestaciones, rejoneo,
recortadores, encierros, corridas, toro jubillo, bous embolats, toros cerriles…
Les llamemos Bou embolat o toro jubillo, la tradición de soltar un toro para la diversión del pueblo es común
a tierras como Teruel, Castellón, por desgracia no somos tan diferentes en este
aspecto.
Así pues el toro y la fiesta entronca directamente con nuestras raíces nos
guste o no nos guste.
Me molesta profundamente cuando desde ciertos sectores nacionalanimalistas se defienden los bous embolats y se atacan las
corridas por la brutalidad del sufrimiento del toro. El castigo físico de
llevar unas bolas prendidas en tu cabeza, ¿sería agradable?, ¿Qué te estiren de
la cola, te aten a un palo por el cuello, que te asusten y te golpees con
barras de hierros para perseguir aquellos que te buscan,…?.
Ciertamente la tortura psicóloga es el castigo impuesto en estas fiestas a
los bous que a día de hoy siguen formando parte de la cultura y que se da por
buena en estos sectores nacionalanimalistas.