Ciertamente y lo lamento, pero Catalunya se ha convertido en estos últimos
años en una auténtica guerra de trincheras entre el gobierno central y el
gobierno de la Generalitat. A esta guerra se ha añadido un tercer contendiente
presto a realizar servicios a una banda o a otra y es nuestro querido
ayuntamiento de Barcelona liderado por la alcaldesa Ada Colau y su equipo de
gobierno.
La ciudadanía asiste a esta guerra entre instituciones cada vez más atónita,
a más desobediencia más juzgados, el imperio de la ley en lugar del diálogo, no
hay remedio cuando las posiciones se encuentran tan opuestas y enquistadas
cuando cualquier motivo es bueno para tirarse literalmente los trastos el uno
al otro y el otro al uno. Aquí gana el más chulo.
Los ciudadanos y la sociedad no nos merecemos esta política ni estos
políticos, sin embargo los hemos votado y ahí está nuestro desconcierto.
El encaje de Cataluña no está resuelto, Pujol hizo un flaco favor no
pidiendo el concierto cuando tocaba, la política del "peix al coba" nos ha
llevado a este callejón sin salida.
El maltrato de Cataluña empezó mucho antes del Estatut de Maragall, las
reclamaciones de Montilla no fueron atendidas, los retrasos RENFE, la falta de infraestructuras…. y de
esos lodos y muchos más estos barros.
El brote independentista se ha sabido vender muy bien, empieza a llegarles la
hora de la verdad.
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