Después de los reiterados y condenables atentados terroristas de grupos
islámicos en Europa recuerdo como hace poco menos de una año en Platja d'Aro
hubo la primera estampida de la turba sin haber un atentado.
Parecía que alguien estaba disparando y la gente
salió en estampida cuando en realidad se trataba de un 'flashmob' que habían organizado unos turistas alemanes. Estaban simulando que
participaban en la persecución de un famoso, llevaban trípodes y palos
'selfies' mientras gritaban en alemán. Algunas personas, creyendo que llevaban
armas se pusieron a correr y a partir de ahí estampida de la multitud, parecía
un atentado.
Esta semana santa se ha vuelto a
repetir y en dos ocasiones algo similar, estampida y corredizas,lunes santo
en Málaga y durante toda la Madrugá de Sevilla.
Cualquier grito puede desatar el
miedo provocando cuadros de histeria o ansiedad y heridos, algunos de consideración. El motivo en Platja d'Aro
fue inconsciente por parte de los responsables, en Málaga todo indica que fue
una pelea, en Sevilla un grupo de desalmados sembraron el pánico
conscientemente y ahí radica el peligro, miserables que se permiten el lujo de reventar uno de los actos más sobrios de la escena de semana santa en Sevilla, la Madrugá.
Pero cuidado, esto puede producirse en cualquier lado
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