Pasada la efervescencia
de las elecciones de lo que no cabe duda es que ha supuesto una auténtico
varapalo para los partidos que nos han gobernado en las 3 últimas décadas. La
aparición de Ciudadanos y Podemos han provocado una sacudida en el reparto de
concejales y diputados. El hecho que las alcaldías de Barcelona y Madrid hayan recaído
en Podemos y que muchos gobiernos de comunidades autónomas dependan de estos
partidos para conformar mayorías de gobierno provocan pánico, especialmente en
el partido en el gobierno de España en estos momentos.
Calificar de anti sistema
a partidos constituidos democráticamente y que han recibido el apoyo de los ciudadanos en
elecciones legales, denota falta de autocrítica de sus propias políticas y muy especialmente
miedo a la democracia pero sobre todo
falta de respeto al pueblo español.
Poca oportunidad de
desarrollar un liberalismo salvaje y
arrogante que ha propugnado el PP en las 3 legislaturas que ha gobernado desde
la consolidación democrática, y a pesar de
tan poco tiempo en el gobierno han sido mortíferas para el lento
desmantelamiento del poco estado de
bienestar que la "izquierda" española pudo construir del 1982 a 1996.
Y digo pudo construir, porque lentamente las políticas económicas del PSOE han
ido girando hacia un social-liberalismo difícil de explicar y entender.
Y ahí están las dos
grietas, por las que han aparecido
opciones más radicales de izquierda en forma de Podemos y un "liberalismo más de izquierdas" de
la mano de Ciudadanos.
Ahora llega el momento de
tocar poder para estos partidos, veamos como actúan.
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