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martes, 22 de septiembre de 2020

LAS CONSECUENCIAS DEL SIGLO DE LAS LUCES

 

El siglo XVIII, el llamado el siglo de las luces, significó el mejor de los intentos que ha habido en la historia de transformar las estructuras del antiguo régimen, un cambio en el que la luz que iluminaria los cambios procedería de la razón humana. Así pues la razón y en consecuencia el razonamiento se convierte en fuente de conocimiento. Un conocimiento que dicho sea de paso era totalmente necesario en un mundo dominado por las creencias y la incultura.

Para no alargarme, diré que el pensamiento ilustrado trató de cambiar las estructuras en la sociedad, con el famoso lema de todos somos iguales caía la figura del rey, en política la separación de los poderes del estado, derecho del pueblo a autogobernarse…, en religión la ilustración nos libró la opresión de la iglesia y en economía dio lugar a la burguesía y al liberalismo económico.

No es pues una salvajada decir que nuestra sociedad es nieta de la ilustración, pues es la base sobre la que se asienta nuestra actual democracia y forma de vida. De hecho la revolución francesa es hija directa de la ilustración aunque a Francia le costará unos 80 años en asentar sus cimientos, las viejas estructuras económicas, sociales, políticas y religiosas se resisten a perder su papel hegemónico.

Lo que no previeron y desconocían nuestros ilustrados con el paso necesario que dieron, era que aparecerían conceptos como fluidez, cambio, flexibilidad, adaptación, dispersión, desconcierto, incertidumbre, y no estoy descubriendo nada nuevo, la modernidad es líquida, ya lo escribió Zigmunt Bauman y surge cuando la razón no aporta el conocimiento necesario para superar la falta de conocimiento.

Por desgracia la razón en demasiadas ocasiones tarda tiempo en encontrar el conocimiento y en estos tiempos que nos ha tocado vivir la razón no ilumina la cantidad de conflictos que tenemos encima.

El de mayor calado sin duda en estos momentos es una falta de luz en salud con el tema de coronavirus, protocolos y más protocolos y cambios en los protocolos nos invaden cada día. Pero la ilustración también nos ha dejado problemas no resueltos como el neoliberalismo económico y político que impera, o nuevos, como la creación de la nueva alta sociedad (la  burguesía) que rompe la premisa principal de la ilustración:

Los hombres como cualquier otro animal son iguales y buenos al nacer, es la sociedad quien lo corrompe.

De lo que sí estoy seguro es que la ilustración nos ha conseguido librar del castigo divino y de la gobernación aristocrática, esa fue su victoria, nos queda un arduo trabajo por delante…

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